Dionisio Saavedra es un hombre cuyo talento con la cerámica no se puede esconder. Nació en Huayculi, una comunidad del valle alto cochabambino ubicada a 15 minutos de Tarata. Este acogedor pueblito se caracteriza porque la mayoría de sus habitantes se dedica a esta actividad como sustento económico.
La historia de Dionisio es muy peculiar porque ha sabido sobrellevar las adversidades de la vida. Perdió un brazo y a un hijo pero eso no le impidió hacer obras de arte con solo una extremidad y mantener a su familia. Además es un ciclista entusiasta, cuentan sus vecinos.
Mientras sus manos van transformando el barro o arcilla, conversa amablemente con los niños, que lo observan atentos e impresionados. Sus pequeñas obras son cotizadas pero el precio "es su cariño", dice Dionisio amablemente con una sonrisa que se dibuja en su rostro. No importa si es 20 centavos o 5 bolivianos, él acepta la contribución de la gente.
Mientras sus manos van transformando el barro o arcilla, conversa amablemente con los niños, que lo observan atentos e impresionados. Sus pequeñas obras son cotizadas pero el precio "es su cariño", dice Dionisio amablemente con una sonrisa que se dibuja en su rostro. No importa si es 20 centavos o 5 bolivianos, él acepta la contribución de la gente.
Quienes nacen en Huayculi tiene la herencia en sus venas. Por generaciones el trabajo en cerámica les ha permitido progresar y hacer conocer sus productos no solo dentro del departamento sino en varias partes del país y fuera de él.
Vasijas, ollas, floreros, alcancías, vasos, platos y todo tipo de adornos, son fabricados por los artesanos con acabados diferentes, algunos más rústicos que otros. “Muchos los prefieren así porque a veces a los clientes les gusta personalizar”, dice Angélica, una joven que desde hace cinco años se dedica a la cerámica.
Pero también están aquellos que tienen un detalle más minucioso en el diseño, colores y pintura, el artesano deja su huella en cada uno.
Si bien la cerámica es el principal atractivo de Huayculi, el pueblo en sí resulta muy acogedor para los visitantes por la tranquilidad y por supuesto la deliciosa comida tradicional, los típicos rosquetes y el maní que no puede faltar.
Huayculi, un destino en Cochabamba que vale la pena conocer.
Huayculi, un destino en Cochabamba que vale la pena conocer.
Como se puede contactar al vendedor de cerámica con esmalte blanco?
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