Gastronomía q'ochala para cada día

 
Si alguien pregunta por las virtudes de Cochabamba, seguro escuchará "la comida", como una de las primeras. Y es que la LLajta es garantía de la mejor gastronomía del país, no solo por la variedad sino también por los exquisitos sabores, el costo y la facilidad para encontrar las ofertas culinarias.

Ch’anka de pollo o de conejo, silpancho, pique macho, sajta de papaliza, picante de pollo, lambreado de pichón, chicharrón de cerdo, chupes de lacayote y zapallo, chaques de trigoy quinua, jak'alawa, jarwiuchu, pampaku, escabeche de patitas, humintas al horno, k'allu… una interminable lista de deliciosos platos típicos justifican a Cochabamba como la "Capital gastronómica de Bolivia".

Sin embargo, aunque muchos no lo sepan, cada día de la semana en Cochabamba está dedicado a determinados platos que se  pueden encontrar  en toda la ciudad y alrededores; una iniciativa que surgió el 2010 desde la Unidad de Turismo de Cercado como una manera de dejar establecidas ciertas costumbres ya popularizadas en el quehacer cochabambino.

Al respecto, Ramón Rocha Monroy, reconocido escritor y cronista de la ciudad explica cómo se origina la concepción de la comida por día. “Lo típico de Cochabamba no es el menú sino la especialidad y ésta se circunscribe a uno o dos platos por día desde el domingo”, afirma.

De lunes a viernes estos son los “platitos día a día de la Llajta”: Kardan caldito, enrrollado, escabeche y chorizo criollo (Lunes); Ranga, rellenos de papa, ch’anka de gallina y anticuchos (Martes); Ají de patas, riñones, locoto relleno y puchero (Miércoles); Picante mixto, fideus uchu, laping y trancapecho (Jueves); Planchitas, k’allu, lechón y pique  macho (Viernes); Lomo borracho, jarwi uchu,  lambreado de conejo y habas pejtu (Sábado) y para el Domingo, Salteñas, sopa de maní, chicharrón y pampaku.

Pero también están los antojitos de cada día, entre los que podemos mencionar el api, pastel y buñuelos, sándwich de chola, humintas, empanadas, rosquetes tradicionales y las infaltables chicha y garapiña.

Estas opciones se pueden encontrar en restaurantes tradicionales y conocidos de la Llajta o con las caseritas que tienen sus puestos de comida en lugares estratégicos de la ciudad.

De todo, para todos y al alcance de cualquier bolsillo, son las razones para que a más de uno se escuche decir: “no hay mejor lugar que Cocha para comer“.


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