Sandra Crucianelli y el desafío de los datos

Sandra Crucianelli en el taller en La Paz. Foto: Javier Castaños


Creo que fue como hace dos años cuando empecé a recibir un torbellino de información sobre datos abiertos, periodismo de datos, OpenGovernmen, en fin, datos, datos y más datos.

Volqué mi interés y empecé a descubrir un mundo de esos que parecen generar ambiciones en los exploradores, demasiadas ansias de aprender y emprender.

En este rumbo un nombre empezó a aparecer de forma recurrente, Sandra Crucianelli, periodista argentina, autora de varios libros sobre herramientas de periodismo digital y una de las impulsoras de esta tendencia en Latinoamérica.

Hace unos días llegó a Bolivia y así como se dan esas cosas raras de la vida, de estar leyendo sus manuales y aprendiendo con sus talleres virtuales, me vi frente a frente, en algo que es más una charla que una entrevista formal.

Open data, gobierno abierto, periodismo de datos, son conceptos que empiezan a ganar un espacio en los ámbitos públicos, ¿por qué?
Hay una tendencia que se está observando en todos países desde hace varios años, es movimiento que se comenzó a gestar desde el 2008 pero se consolida el 2011 con la creación de una organización internacional que se llama Alianza de Gobierno Abierto (OGP por sus siglas en inglés) que la conforman países de todo el mundo en la hace un compromiso para publicar datos. Esto tiene que ver con la transparencia, apertura de cuentas públicas o datos públicos que hasta ahora en algunos países especialmente en los latinoamericanos no se comparten, pertenecen en la cultura del secretismo o se comparten en formatos cerrados.

¿Qué es un dato abierto?
Quiere decir que es reutilizable, libre de copyright que se puede descargar a la computadora fácilmente y ahí el periodista puede procesarlo y hacer información.

¿Y qué hay de las historias detrás de los datos?
Los datos cuentan historias, de hecho nosotros podemos entrevistar a los datos, hacer preguntas a los datos. Cuando hablamos de datos son estadísticas, tablas, información que tiene que ver con presupuesto, cuentas públicas, proveedores, todo lo relacionado al funcionamiento del Estado y que es por definición material de interés público.

¿Qué hacer en el caso de Bolivia, donde aún las prácticas de gobierno abierto son incipientes?
Hay que cambiar esta cultura de secretismo que vivimos, la información está en la web pero no se procesa, no se analiza; también los periodistas debemos empezar a preguntarnos qué significa esto que está publicado en la web, qué importancia social puede tener esto para la comunidad y ahí es donde el periodismo da datos está haciendo un gran camino.

Bolivia lamentablemente al igual que Ecuador y Venezuela todavía no han ingresado a la alianza de Gobierno abierto pero es probable que lo hagan en los próximos años.

Ahora que visitaste Bolivia, ¿qué impresión te llevas de lo que se está haciendo o falta en cuestión de datos en el país?
En algunos países hay unidades de periodismo de datos y grupos de trabajo que han surgido justamente porque en esos países tienen política de datos abiertos y eso ayuda, en Bolivia todavía no hay portales de datos abiertos pero noté mucha expectativa, ganas de aprender. A pesar de todo hay datos abiertos que están en línea, muchos que se consiguen dentro de Bolivia y con información desde fuera también.
El proceso que se está dando ahora, se dio el año pasado en otros países y no escapa a la realidad y el contexto latinoamericano, creo que van a hacer muchas cosas. Esperemos la primera unidad de datos de Bolivia.

¿Cómo entender el periodismo de datos?
El periodismo de base de datos para mí es periodismo de investigación; es el mismo de siempre pero usado con nuevas herramientas digitales y también con la incorporación de distintos profesionales de otras ramas del conocimiento como analistas de datos y programadores. La incorporación de este grupo de gente es una novedad que se visualiza el 2012 con más fuerza, no trabajaban en la sala de noticias junto a los periodistas sino en otras y ayudan al equipo de investigación periodística a descubrir primicias.

¿Esto le da un valor agregado al periodismo digital en general?
El periodismo de bases de datos es una de las herramientas más poderosas que tiene un periodista porque aporta un grado de documentación tan sólido que si el trabajo está bien hecho y los documentos se comparten con la audiencia, las conclusiones son prácticamente irrefutables. El periodismo ya no depende tanto de la fuente oral, nosotros en América Latina hacemos demasiado periodismo basado en fuentes orales y esto no es más que personas que dicen cosas, que responden a sus propios intereses, en cambio con los datos, es como si hablaran los documentos, no las personas de ahí la fortaleza que tiene.

¿Qué experiencias de medios y comunidades podemos destacar en cuanto a open data?
Las comunidades se están acercando a los datos públicos, recién ahora algunos medios de comunicación como La Nación de Argentina, Folha de Sao Paulo, La Nación de Costa Rica, el Tiempo de Colombia, están haciendo un esfuerzo grande por abrir datos públicos, compartir datos y contar historias a la gente a partir de esos datos.

¿Qué necesita saber un periodista para empezar a trabajar con datos?
Un buen periodista de datos debería antes que nada ser un buen investigador de datos, debe saber dónde encontrar los datos, rastreo automático en la web, manejar hojas de cálculo, procesar información, algunos programas informáticos y además conocimientos adicionales como el inglés, que es fundamental, porque hay herramientas de muchas bases de datos que no tienen correlato en español, mientras más herramientas maneje más capacitado va a estar para desarrollar su trabajo.

Pero algo muy importante, es sin duda, conocer cómo funciona el Estado no se puede hacer periodismo de investigación sin esto.

¿Cómo ha cambiado el periodismo de datos tu ejercicio profesional y tu forma de entender la sociedad?
Esta es una etapa maravillosa, una etapa de oportunidades en la que todos estamos aprendiendo todo el tiempo, cada día aparece un programa nuevo, una herramienta nueva y tenemos que ir adaptándonos a los cambios. Esa factibilidad de ser como la hoja en blanco y decir tengo este conocimiento pero estoy abierto a uno nuevo que me pueda aportar una mejor calidad en mi trabajo y eso es maravilloso.

¿Un desafío?
Más que nunca, los periodistas estamos ahora en un tiempo de desafíos, las comunidades están observando de manera crítica el trabajo que están haciendo los periodistas y es cuando más esfuerzo tenemos que poner en documentar nuestras crónicas, en hacer mejores análisis a partir de los datos que tenemos, por eso lo defino como un tiempo de safío y enormes oportunidades.

Y al final no podía faltar la foto del recuerdo...



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