Los periodistas necesitamos una reconversión mental



Sergio Danishewsky, editor jefe de Clarin. en Argentina. | Foto: Clarin

Hace tres años que Sergio Danishewsky, editor de Clarin.com uno de los portales de noticias más importantes de Argentina y Sudamérica, decidió sumarse a la carrera de la era digital y replantear su sólida trayectoria con formación tradicional a los nuevos conceptos del periodismo en el mundo de la Web, donde el aprendizaje y desafíos diarios no dan tregua al descanso.
Es un hombre que se resiste al Facebook pero que cada vez se deja atrapar más por Twitter porque ha encontrado en este espacio metamedio, la manera de seguir vigente en la profesión. Es también un periodista que puede vivir en el ahora con la herencia del pasado, disfrutar de los conocimientos del presente y encaminar los retos del futuro.
En su visita a Cochabamba, invitado por la Fundación para el Periodismo como parte del diplomado “Periodismo Ciudadano” que se imparte para los profesionales del área, Sergio Danishewsky conversó en exclusiva con Los Tiempos, para hablar sobre las encrucijadas y gratificaciones de ser un periodista en tiempos de la Web 2.0.
Asegura que retratar lo que pasa en el mundo nunca había sido tan fácil como ahora. La cantidad de posibilidades  de difusión de los hechos en la era digital  han transformado una vieja profesión con aparentes reglas y verdades establecidas, en un espacio en el que todo se va escribiendo de nuevo. Ser periodista hoy, enfrenta el reto más difícil de la historia, desde la experiencia de Danishewsky.
La aparición y  evolución de otros medios de comunicación han forzado un ajuste de la profesión; sin embargo, Internet ha posibilitado algo antes impensado “ceder el poder”.
Según el Departamento de Comercio de Estados Unidos, este medio ha tardado solo cuatro años en tener 50 millones de usuarios en el mundo a comparación de los 38 años, de la radio. Esta es la era de la Web 2.0.
Danishewsky ha encarnado el  periodismo como parte de su vida cotidiana en un momento en el que se ponen a prueba destrezas y conocimientos, pero sobretodo la voluntad de asumir retos con nuevos compromisos.
Esta la entrevista a Sergio Danishewsky.
LT: ¿Qué es el periodismo digital?
SD:  Es el mismo periodismo de siempre, con los mismos valores éticos, respeto y amor por la profesión, solamente con un soporte nuevo, herramientas nuevas, formatos, que exigen a los periodistas de antes, una adaptación formal; pero los viejos conceptos del periodismo se mantienen, para mí están intactos.
LT: ¿Cómo ha cambiado el periodismo?
SD: Cambia la exigencia, nos obliga a ser rigurosos más rápido. También en el uso de las herramientas donde uno puede contar el mismo fenómeno en otros soportes; pero además mostrarlo en audio, video, galería de fotos. Además, ahora  nuestros competidores se convierten en fuente y nosotros en fuente de ellos. Eso sí, no cambia el rol que tiene el periodista sea online o no, respecto a su responsabilidad y a sus criterios para contar un determinado hecho.
LT: ¿Es difícil para un periodista formado tradicionalmente, adaptarse a era de la Web 2.0?
SD: Creo que es una obligación del periodista de la generación anterior: adaptarse. Los nuevos periodistas ya vienen formateados con este nuevo criterio. A los periodistas de antes, no nos queda más que hacer un proceso de reconversión mental que tiene un montón de matices y estaciones. No hace falta que todos seamos expertos en tecnología, hace falta primero, conocer las herramientas, saber que existen, que las tenemos a mano para ver cuál nos conviene utilizar.
LT: ¿Cómo ha sido tu proceso de adaptación?
SD: Primero, viviendo con la certeza de que no queda más remedio que adaptarse y aprender, si yo incorporo esto como una necesidad voy a empezar a familiarizarme con eso. Segundo perdiéndole el miedo. No se espera de un periodista moderno que sea un editor de video, se espera que con una cámara de vídeo elemental pueda tomar las imágenes principales. No todos debemos ser superperiodistas multimedia, tal vez le echemos mano más a una que a otra, según a qué nos dediquemos,  según con cuál nos familiarizamos más. Sólo se trata de ir rompiendo ciertos tabúes.
LT: ¿Cuáles han sido los principales desafíos personales y con tu equipo de trabajo, como jefe?
SD: Como editor lo más difícil ha sido convencer a una parte de la redacción a sumarse a este proyecto y a convertirse en periodista. Esta es una pelea que seguimos dando y cuyos resultados son lentos, más de lo que uno esperara. Como trabajador de prensa mi principal desafío es manejar algunas herramientas, perderle el miedo, y darme cuenta que me pueden servir para transmitir de manera más amplia y más integral lo que yo quiero. Es un problema  no técnico ni tecnológico, sino cultural.
LT: Esta libertad de acceso a través de la red, ¿puede significar un riesgo para el periodismo como profesión?
SD: Hay muchos riesgos, el principal es la horizontalización tan vertiginosa del proceso de comunicación que hace que cualquiera comunique y ya no sólo reciba. El riesgo es que cualquiera pase por conceptos elementales que tienen que ver con el ejercicio del periodismo y que todos quedemos metidos en la misma bolsa, perdiendo valores que creíamos básicos, como el respeto a la privacidad, verificación de las fuentes y la información.
Ingresar en un proceso en el que todo se comunica y que parece que todo estuviera permitido de comunicarse y además creer que eso es periodismo, es el principal riesgo para mí.
LT: ¿Cuál es el papel de las redes sociales en este momento dentro del periodismo?
SD: Es cambiante. Las redes sociales sirven como fuente para ver cómo los participantes se convirtieron en emisores de mensajes y transmisores de noticias que a su vez nosotros recogeremos y evaluamos; pero también las redes sociales sirven como un atajo para utilizarlas como termómetro para ver de qué habla la gente, qué necesidades tiene, cuáles son sus expectativas sobre ciertos temas. El mensaje dejó de ser una entelequia, dejó de ser el fruto de nuestra imaginación, de nuestro oficio, de nuestra suposición, para convertirse en un acto real.
LT: ¿Qué futuro le espera al impreso ante la consolidación cada vez más evidente de la Web?
SD: El paso del tiempo y la irrupción de las nuevas tecnologías hacen que la Web en general y el periodismo Web en particular, formen parte de la vida cotidiana cada vez más; mientras que el diario es un elemento en retroceso, aunque no necesariamente en vías de extinción.
En muchos casos las webs asociadas al diario de papel han disfrutado del nombre, del prestigio que éste les ha cedido, como para darles un impulso inicial; ahora debieran tener presente que tienen un compañero de ruta  que corre el riesgo de caer en desgracia. Entonces la web debe servir, entre otras cosas, para sostener e incluir al diario en su oferta multimedia. Además, porque el papel funciona como factor de credibilidad de la web. Si trabajan en consonancia, los dos ganan en credibilidad.
LT: ¿Adónde va el periodismo digital?
SD: Es la gran pregunta, yo creo que no se puede parar, lo único que uno no puede hacer es ignorarlo. Decir a dónde va es imposible; pero sí se puede saber con qué herramientas se puede encarar el futuro y éstas son las mismas de siempre, ejercer un periodismo serio, riguroso, responsable, consciente  de su responsabilidad social.
Si uno se prepara de esta manera e incorpora las nuevas tecnologías va a estar preparado para ejercer el Periodismo 2.0. Es imposible saber cómo se va a modificar nuestras audiencias, cuáles van a ser sus expectativas, su nivel de tolerancia o su nivel de fidelidad… uno conoce una única receta y se aferra a ella, que es la de hacer el mejor periodismo posible.
Perfil
Sergio Danishewsky nació en Buenos Aires el 1 de julio de 1962. Está casado y tiene dos hijas.

Es egresado de la Escuela de Periodismo Deportivo del Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires, y licenciado en Sociología de la Universidad de Buenos Aires, con un posgrado en Periodismo en la Universidad de Michigan, Estados Unidos, en 2004. Ejerce el periodismo desde 1984 y la docencia desde 1990.

Trabajó en la revista El Porteño, el diario Tiempo Argentino, la agencia de noticias TELAM y el diario Sur, entre otros medios gráficos.
Ingresó al diario Clarín en 1996 como editor de la sección Deportes.

Como enviado especial realizó varias coberturas internacionales entre 1989 y 2006, incluyendo Mundiales de fútbol y vóleibol, Juegos Olímpicos, Copa Davis, torneos de Grand Slam y carreras de Fórmula 1.

Entre 2006 y 2008 fue editor jefe de la Sección Sociedad. Y desde hace casi tres años es editor Jefe de Clarín.com, el sitio de noticias más visitado de la Argentina.



Publicado también en Lostiempos.com

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